Algo que me queda
“Algo que me queda” es un proyecto fotográfico que documenta el envejecimiento, los cuidados y la muerte de mi abuelo.
Valentín y Ofelia son mis abuelos, se conocieron en Galicia, donde vivían. Emigraron de Galicia a Barcelona por trabajo
y supongo que para tener una vida mejor, como casi todas las personas que emigran. Estuvieron muy presentes en mi vida porque muchas veces nos cuidaban a mí y a mi hermana y vivían al lado de nuestra casa. Mi abuelo era conductor de autobuses, se pasaba los días conduciendo. Dicen que era un hombre fuerte y que siempre estaba haciendo cosas, que trabajaba mucho.
En 2019 volví a casa de mis padres después de un tiempo fuera. No tenía trabajo y mi abuelo había empeorado, así que empecé a ayudar a mi abuela cada día con los cuidados a mi abuelo. Nuestras manos se convir- tieron en las suyas. La cama ortopédica era un nuevo miembro de su cuerpo. Durante un tiempo, mi abuela y yo nos unimos más, pasábamos mucho tiempo juntas y nos convertimos en amigas, nos contábamos nuestros secretos. Emergieron nuevas prácticas de cuidados que no conocíamos, que eran particulares de la atención a una persona mayor dependiente. A la lista de la compra se añadieron productos gelatinosos para que no se atragantara. Hacíamos ejercicios con su cuerpo para que no le sa- lieran llagas. Después empezó la pandemia y tuvimos que ir con más cuidado, añadiendo cada vez más elementos al escenario.
Entonces empecé a hacer fotografías de lo que pasaba en su cuarto, el cuál se había convertido en el único paisaje que veía mi abuelo día tras día.